A: Dr. Sergio del Valle Díaz

Director de la revista MEDISAN

Estimado doctor:

Una de las políticas del Ministerio de Salud Pública con respecto a la formación médica de pregrado es desarrollar habilidades investigativas en los estudiantes que cursan por estas carreras, a fin de lograr un profesional competente y con amplio perfil de trabajo, capaz de enfrentarse a las problemáticas existentes donde brinde sus servicios, de manera que se ha hecho necesario crear espacios para incorporar al estudiantado cubano al gran mundo de las investigaciones que se desarrollan en Cuba. Ante esta necesidad nace la beca Henrich Quincke, desarrollada por el colectivo de profesores investigadores del Laboratorio Central de Líquido Cefalorraquídeo de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana,^1,2,3) la cual tuvo una rápida aceptación tanto por los estudiantes como por los profesionales de la salud, por lo que surgió la siguiente problemática: ¿Por qué no se continúan desarrollando diferentes espacios investigativos como este? ¿Por qué si se cuenta con excelentes profesores en este territorio, capaces de incrementar la producción científica, aún no es suficiente el número de estos, incluso de nuevas instituciones, incorporados a estas actividades?

Teniendo en cuenta estas interrogantes surgió, en agosto de 2018, la beca de verano Ivan Pavlov en la Facultad de Medicina No. 1 de laUniversidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, que por primera vez abrió sus puertas al estudiantado cubano y tuvo como escenario, en su primera edición, al Laboratorio de Ciencias Básicas Biomédicas de la misma institución. Nunca se esperó que tuviera tanta aceptación en su poco tiempo de existencia,^4,5,6,7 pero este gran impacto permitió que en su segunda edición se sumaran los laboratorios de Neurofisiología del Hospital General Docente Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de Santiago de Cuba y entonces dio inicio, en agosto de 2019, el Segundo Curso de Psicofisiología y Neurofisiología Aplicada.

El objetivo de estas becas es que los estudiantes de pregrado y de posgrado puedan convertirse en los protagonistas de sus investigaciones, en un ambiente ideal para el desarrollo científico en sus respectivas carreras y bajo el concepto de ciencia abierta.

Por tanto, resulta válido destacar que esta novedosa manera de hacer ciencia ha revolucionado al mundo, ya que este paradigma cambia la manera de formación del nuevo conocimiento. Primeramente, todos se encuentran implicados abiertamente en el resultado de las investigaciones y poseen acceso tanto a la información como a los datos primarios utilizados para llegar a dichos resultados; asimismo, tiene un carácter gratuito, accesible para todos y está formada por la sociedad y para la sociedad, de modo que se resuelven así los problemas que más la agobian.

Finalmente, esta iniciativa deviene una gran oportunidad para la provincia de Santiago de Cuba, pues cuenta con un espacio de desarrollo profesional único y especial en el país. Es un gran avance que debe aprovecharse, por lo cual es imperante aunar fuerzas y crear cada día estrategias más eficaces para lograr un personal sanitario con una competente formación académica, práctica y cientificotécnica; también es un llamado a que se sumen nuevos centros a este movimiento para de esta forma dar su aporte al desarrollo de la sociedad.